Vacunas

La vacunación es, sin lugar a dudas, la más importante intervención de salud pública en la prevención de las enfermedades infecciosas.
Muchas enfermedades infantiles son evitables mediante el uso de las vacunas. Desde la introducción de éstas, las tasas de incidencia de enfermedades tales como polio, sarampión, paperas, rubéola, difteria, tos ferina y meningitis causada por el haemophilus influenzae tipo B han disminuido entre el 95 y el 100%.
Sin las vacunas, volverían estas enfermedades contra las cuales estamos protegidos y enfermarían, y hasta matarían a muchos lactantes y niños. Y muchos de los que sobreviviesen podrían padecer problemas crónicos de  salud por el resto de sus vidas.

Por la relevancia de esto, os dejamos el calendario vacunal para que podáis comprobar que las vacunas de vuestros hijos están correctamente administradas.



















EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS
Sabemos que a muchos de vosotros os preocupa los posibles efectos secundarios que puedan aparecer tras la administración de una vacuna. A continuación os explicamos que es lo que puede ocurrir cuando os ponéis alguna, para que os quedéis más tranquilos y comprendáis que sus beneficios compensan con creces sus inconvenientes.

La mayoría de los efectos adversos producidos por la vacunación son leves y transitorios y se limitan a dolor pasajero o tumefacción en el lugar de la punción.
La causa de los efectos adversos puede ser debido a la propia vacuna, a los conservantes que se añaden para mantenerla estable, los antibióticos que se añaden en ocasiones para evitar su contaminación o a otras sustancias presentes en algunas vacunas.
Los efectos adversos más graves (reacciones anafilácticas o encefalopatía) son muy poco frecuentes (aproximadamente 1 caso de cada millón de vacunas puestas) y mucho menos frecuentes que los producidos por la propia enfermedad que protegemos.
Los efectos adversos más habituales son:
  • Dolor, hinchazón y/o enrojecimiento en el lugar de la punción. Es una reacción relativamente frecuente y pasajera que puede tratarse mediante la aplicación local de una compresa fría. Si el dolor es importante, puede utilizarse un analgésico como el Paracetamol o el Ibuprofeno
  • Aparición de un pequeño bulto duro en el lugar de la punción. Ocurre sobre todo tras la vacunación frente a la Tos ferina. Pueden ser dolorosos si los apretamos con las manos. Desaparece espontáneamente al cabo de 1 ó 2 semanas
  • Fiebre. Casi cualquier preparado vacunal puede producir fiebre después de su administración pero ocurre con más frecuencia después de la vacuna triple vírica (sarampión-rubéola-parotiditis) y tras la vacunación con DTPe (difteria-tétanos-tos ferina) aunque la introducción de las nuevas vacunas frente a la Tos ferina (DTPa) ha hecho que esta reacción sea menos frecuente. En el caso de la vacunación triple vírica, la fiebre suele aparecer varios días después de la vacunación (4 a 15 días después). Si aparece fiebre tras la vacunación, debe administrarse al niño un antitérmico (Paracetamol o Ibuprofeno) y consultar con su pediatra en caso de que la fiebre se mantenga más de 24-48 horas o aparezcan otros síntomas.