Obesidad

DESAYUNA BIEN, VIVE MEJOR

Hoy en día hay un total consenso en la comunidad científica sobre el hecho de que la elección más importante que la gente puede hacer para influir a medio y a largo plazo en su salud (aparte de dejar de fumar, aumentar la actividad física y prevenir los accidentes de tráfico) es la modificación de su comportamiento alimentario.
Por ello, podemos afirmar que la adquisición de una dieta equilibrada es imprescindible para el buen mantenimiento de la salud, entendiendo como tal aquella dieta que aporte la energía y los nutrientes necesarios para cubrir las necesidades nutricionales de cada persona.

Uno de los principales componentes de esta dieta es el desayuno, ya que un desayuno adecuado reafirma desde la mañana el compromiso con un tipo de vida saludable, ayudándonos a afrontar mejor nuestros quehaceres, ya sean físicos o intelectuales.
El desayuno debe aportar la cuarta parte de las calorías diarias e incluir alimentos de al menos cuatro de los grupos básicos: lácteos, cereales, frutas, azúcares, aceites y grasas...

Los lácteos (leche, yogur, quesos, ...) son una buena fuente de calcio, de proteínas de alta calidad, vitamina B2 o riboflavina, retinol y vitamina D.
Los cereales y derivados (pan, galletas, cereales de desayuno, etc) son imprescindibles en cualquier dieta por el suministro de vitaminas y minerales, pero sobre todo por su aporte de hidratos de carbono complejos (almidón),importante fuente de energía.

El desayuno también puede ser una excelente ocasión para incluir los zumos de frutas o frutas, que son especialmente ricas en minerales (magnesio y potasio) y vitaminas hidrosolubles (principalmente vitamina C) sobre todo cuando se consumen crudas.
El azúcar de mesa y la miel, se utilizan fundamentalmente como ingredientes adicionales para edulcorar. Suministran una energía barata, de fácil digestión y agradable.

Respecto a los aceites (aceite de oliva) y a las grasas (mantequilla, margarina), juegan un importante papel contribuyendo a la palatabilidad de la dieta (la hacen más apetecible). Además constituyen fuentes concentradas de energía, aportan ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico) y son vehículos de vitaminas liposolubles.

Sabiendo todo esto, podríamos tomar como ejemplo de desayuno saludable el siguiente: un vaso de zumo de naranja, una vaso de leche con café, y una tostada de pan con aceite de oliva y un poco de azúcar. ¡Buen provecho!



Modificación de ciertos hábitos de vida: el ejercicio físico y sus beneficios


El ejercicio fisico es la segunda piedra angular del tratamiento del sobrepeso y la obesidad y en la mayoria de los paciente la dieta sola consigue escasos beneficios a la larga si no va acompanada de un ejercicio fisico moderado pero constante. Este nos aporta los siguientes beneficios:

1. Reduce la masa grasa. Cuanto mayor sea el peso, se gastan más calorías para el mismo tiempo empleado en el desarrollo de la actividad fisica.

2. Disminuye la morbí-mortalidad por todas las causas, por lo que aumenta la esperanza de vida.

3. Modera la presión arterial, aumenta los niveles de HDL-colesterol y disminuye los trigliceridos. Mejora la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de glucosa.

4. Puede aumentar la masa muscular corporal y con ello en algunas ocasiones se puede producir incremento de peso aunque disminuya el volumen corporal.


5. Mejora la funcion articular y la densidad osea.

6. Mejora la capacidad cardiorrespiratoria.

7. Tiene efectos psicologicos positivos, ya que el ejercicio produce confortabilidad, reduce la ansiedad y ayuda a controlar el estres.